La Alcaldía de Santa Marta, a través de la Secretaría de la Mujer y Equidad de Género y en colaboración con la Universidad Distrital de Santa Marta, ha marcado un hito en la ciudad con la exitosa realización del evento de conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la No Violencia contra la Mujer, dirigido a mujeres en todas sus diversidades y demás asistentes, quienes escucharon el testimonio de vida de la invitada especial Natalia Ponce de León.
Cada 25 de noviembre se conmemora el Día de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres una fecha que busca recordar que no es posible alcanzar el desarrollo, la igualdad o la paz sin antes garantizar una vida sin violencias para niñas o mujeres. La fecha fue establecida en 1999 por la Asamblea General de las Naciones Unidas al percatarse que la violencia de género, aunque con matices, está presente en prácticamente todas las sociedades del planeta y afecta diferencialmente los derechos y proyectos de vida de las mujeres jóvenes.
Este día abre una ventana para que los gobiernos, los colectivos sociales e incluso otras organizaciones internacionales cierren filas en torno al objetivo de abandonar la violencia contra las mujeres, ya sea física, psicológica, económica o institucional.
Por eso, en Santa Marta, bajo el liderazgo del alcalde Carlos Pinedo Cuello, se entiende que el desafío es inmenso, pero también se sabe que cada acción cuenta.
“Desde la administración, con el liderazgo de la Secretaría de la Mujer y Equidad de Género, reafirmamos nuestro compromiso con políticas públicas que protejan, empoderen y reivindiquen a las mujeres. Hoy, más que nunca, decimos: ¡ni una más! Queremos que nuestras niñas y mujeres puedan vivir libres de miedo, con oportunidades y con la certeza de que sus derechos serán siempre defendidos”, indico el mandatario de los samarios, Carlos Pinedo Cuello.
Por su parte, la secretaria de la Mujer y Equidad de Género, Ingrid Gómez Ceballos, reafirmó que la actual administración ha asumido con firmeza la responsabilidad de impulsar iniciativas transformadoras que aborden la violencia de género desde sus raíces.
Desde la Secretaría de la Mujer y Equidad de Género se están promoviendo las nuevas masculinidades como una herramienta clave para construir relaciones basadas en el respeto y la equidad, mientras fortalecemos la capacitación en derechos sexuales y reproductivos para garantizar el acceso a información y servicios esenciales.
La violencia contra la mujer es un flagelo que arrebata sueños, oportunidades y vidas. El motivo de conmemorar esta fecha tiene varios propósitos.
Desde 2013, la Organización de Naciones Unidas -ONU- tiene unas metas para que el mundo logre la “paz y prosperidad” antes de 2030. Sin embargo, no es posible completarlos sin erradicar la violencia contra las mujeres y niñas. “Desde esta administración, nuestro alcalde ha sido puntual y contundente en que desarrollemos acciones que cada día aporten a la eliminación de la violencia contra la mujer, como debe ser un gobernante que quiere transformar un territorio. Por eso, desde antes de asumir su cargo ha tenido claro que después del agua su prioridad es la vida de las mujeres de esta ciudad, invertir recursos importantes en nuestra política pública, desarrollar programas y proyectos que le apunten a la prevención, al empoderamiento y a la formalización de todas”, indicó Gómez Ceballos.
El mágico momento, Natalia Ponce en Santa Marta
Durante el evento, los asistentes pudieron escuchar y reflexionar a través del testimonio de vida de Natalia Po ce, quien no solo es un símbolo de valentía, resiliencia y transformación, sino también una inspiración viva de cómo el amor propio y la fuerza interior pueden convertirse en herramientas de transformación.
A ella como bien lo dijo, buscaron silenciarla. Sin embargo, ella eligió NO ser definida por el odio, sino por la capacidad de perdonar, renacer y evolucionar. Con su testimonio y su trabajo incansable, Natalia ha dado voz a quienes han sufrido en silencio y ha impulsado cambios legislativos fundamentales en la protección de las mujeres en Colombia.
Durante 50 minutos, su historia contada por sus labios dio una lección de vida, un llamado a la reflexión y una motivación para que cada uno de los asistentes tomen acción desde su esfera de influencia para erradicar la violencia de género.
